Hoy siento una
sensibilidad especial y efímera,
atolondrada,
desordenada.
Quiero poder
recordar lo bello de la belleza,
y retener la imagen de las manos enganchadas de una pareja.
Quiero recordarte
tan feliz como cuando obtuviste lo que quisiste.
Quiero recordar que
el universo siempre habla, escucha y responde.
Quiero recordar lo
feliz que me siento al perdonar(me).
De la natural
libertad que desprende el amor verdadero.
Quiero retener las
palabras al “chinchin” de un “te quiero”
(¡qué raro en vos,
tan distante…!)
Quiero recordar cuánto
te amo en el silencio,
desde mi ausencia, y
mi incapacidad de permanencia.
Quiero recordar los
progresos de mi árbol,
y no dejar de
sorprenderme por mi hermano, salvador,
su generosidad
absoluta,
de sus dolores
superados,
de su salida
triunfal de los desengaños y traiciones
sin dar nombres, sin
concreciones,
sin nombrarme ni a
mí misma.
Recuerdo siempre lo
feliz de los momentos de plenitud,
y del dolor de la
añoranza…
momentos de
entendimiento y comprensión.
de cada átomo hasta
cada universo mayor.
Comprensión es un
todo.
Universo es Dios.
Todo es parte.
Cuando hacés el amor
sos mucho más lindo.
Porque sos.